🚨 En qué realidad vives?

La IA creó dos mundos distintos

La IA creó dos mundos distintos

Hay dos realidades completamente diferentes ocurriendo al mismo tiempo. En cuál vivas depende de si hoy abriste una IA o no.

En la Realidad A, la gente sigue actualizando su currículum. Sigue pidiendo aumentos que apenas cubren la inflación.

Sigue creyendo que avanzar en la carrera es escalar la escalera de otro durante 40 años hasta jubilarse. Viven en 2019, pero con mejores celulares.

En la Realidad B, hay personas teniendo crisis existenciales a las dos de la mañana porque su agente de IA acaba de hacer en segundos lo que antes les tomaba un día entero.

Montan tres negocios a la vez, porque, por qué no? Cobran 5.000 dólares por algo que les toma 30 minutos y a Claude 30 segundos. Han visto el código de la Matrix.

Lo raro no es la distancia entre estas realidades, sino que conviven en las mismas cafeterías, los mismos grupos de amigos, las mismas familias.

Intentas contarle a un amigo que estás ganando 10 mil dólares al mes gracias a una automatización que hiciste en un fin de semana. Asiente educadamente y te pregunta si ya conseguiste un “trabajo real”.

Le enseñas a tus padres cómo ChatGPT (con los prompts correctos) escribe mejor que la mayoría de profesionales. Se impresionan, pero quieren saber cuándo vas a terminar la carrera.

Hay una soledad en ver el futuro mientras la gente que quieres vive en el pasado. Pareces un loco en las cenas. “No, no entiendes, toda la industria de servicios profesionales está por colapsar”. Te miran como si hubieras entrado a una secta. Quizá lo hiciste.

Ves a tus amigos estresados por sus evaluaciones de desempeño mientras tú enseñas a la IA a manejar departamentos enteros.

Ellos preocupados por conservar el trabajo, tú dudando a cuál de tus siete fuentes de ingreso dedicarle más tiempo. Juegan al mismo tablero, pero con reglas distintas.

Lo más extraño es la charla casual. Te preguntan “¿cómo va el trabajo?” y no sabes qué decir. Les cuentas que no tienes jefe desde hace seis meses? Que tus compañeros son IAs? Que ganaste su sueldo anual el trimestre pasado con un script de Python que corre mientras duermes?

En la Realidad A, sonríes y dices “ocupado, ya sabes cómo es”. En la Realidad B, estás reconfigurando industrias desde tu laptop. Te vuelves bilingüe en paradigmas. Reconoces a todos los builders de X y YouTube.

Algunos días dudas si estás alucinando. Quizá los “normies” tengan razón. Quizá esto sea puro humo.

Hasta que lanzas en una tarde algo que en 2020 habría tomado seis meses y capital de riesgo, y recuerdas: no, el cambio es real. No estás loco, solo llegaste temprano.

Lo difícil no es aprender las herramientas. Es aceptar que la mayoría de la gente que te importa no verá lo que tú ves hasta que ya no importe.

Lo entenderán en cinco años, cuando la ventana se haya cerrado, cuando para construir necesites licencias, regulaciones y capital de nuevo.

Pero ahora, en este momento raro, todavía puedes elegir en qué realidad vivir. Puedes cerrar este texto y volver a la Realidad A. Actualizar tu LinkedIn. Agendar esa entrevista “informativa”. Esperar un aumento del 10%.

O puedes abrir tu IA y empezar a construir lo que hará obsoletas ambas realidades. O tomar una idea validada, una que miles de personas en Reddit llevan pidiendo, con todos los prompts para crearla.

Eventualmente la Realidad B se comerá a la Realidad A. La pregunta no es si, sino cuándo. Y más importante: de qué lado de ese banquete quieres estar.

Tus nietos no te preguntarán por qué no lo viste venir. Todos lo ven venir. Te preguntarán por qué, viéndolo, elegiste quedarte en la Realidad A.

Solo puedes vivir en una línea de tiempo, y esta podría ser la última vez en la historia en que puedas elegir.

Reenvía esto a un amigo que pueda estar en cualquiera de las dos realidades.

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